La Gracia, el Amor y el Fruto

28.05.2024

Algunos cuando oyen la palabra gracia, oyen "Peligro: licencia para pecar", cuando yo escucho la palabra gracia, escucho la palabra amor, la palabra perdón, la palabra misericordia, escucho el nombre de Jesús . . . cuando escucho la palabra Gracia, algo maravilloso sucede en mi interior, tengo un deseo profundo de conocer a ese Dios que se hizo hombre y murió por nosotros para que nosotros pudiésemos vivir con Él, en Él y por Él, a ese Dios que llevó nuestra maldición para que nosotros pudiésemos disfrutar de su bendición, a ese Dios que llevó nuestro dolor para que nosotros pudiésemos ser sanados, a ese Dios que llevó nuestro pecado para que nosotros recibiésemos su justicia . . . la gracia y el amor NO nos llevan al pecado, la gracia y el amor hacen que corramos a los brazos de Jesús, hacen que nos refugiemos en sus brazos y cuando hemos entendido la gracia de Dios y el amor de Dios, entonces el pecado deja de atraernos, ¿cómo no vamos a amar a aquel que nos amó tanto, a aquel que dio su vida por nosotros? Y si le amamos . . . ¿cómo vamos a amar al pecado? No podemos amar a Dios y al pecado al mismo tiempo . . . el pecado ha perdido su poder sobre nosotros porque hemos muerto al pecado, ahora nuestra mirada está en Jesús, ahora en Él disfrutamos de una NUEVA VIDA con la presencia de Dios, con su gracia, con su amor, con su misericordia, con su paz, con su poder . . . para mí, la gracia es una persona, Jesucristo, y cuanto más le conozco y experimento su amor, más le amo y cuanto más le amo, más fruto surge de mi vida, un fruto de justicia y de santidad para la Gloria y Honra de nuestro Dios . . .

Muchos piensan que si no tenemos mandamientos, entonces podemos mentir, robar, adulterar, matar, etc, es decir, para algunos, lo único que nos detiene de hacer todas estas cosas, son los mandamientos de la Ley de Moisés, SIN EMBARGO hay otra forma de vida y otra forma de ver las cosas, ahora, los que vivimos en el Nuevo Pacto, NO robamos porque amamos a los demás y no queremos hacerles ningún mal, lo que hacemos no surge de la Ley que obra por el mandamiento, lo que hacemos surge de la fe que obra por el amor (Gl. 5:6), a mí no me mueve el mandamiento, ni la prohibición, a mí me mueve mi Dios, me mueve su Espíritu que mora en mí y su amor derramado en mi corazón . . .

". . . el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado."

Romanos 5:5b

La Ley que ha sido escrita en nuestros corazones es la Ley del Mesías, es la Ley del Amor, también llamada la Ley de la Fe o la Ley del Espíritu de Vida . . . amamos porque hemos sido amados, perdonamos porque hemos sido perdonados, aceptamos a los demás porque Dios nos aceptó a nosotros, bendecimos porque hemos sido bendecidos . . . de lo que tenemos, damos . . . y la obra que nuestro Dios ha empezado en nuestras vidas, ÉL la completará y su Espíritu seguirá produciendo los frutos que nosotros llevaremos (nosotros somos ramas y las ramas NO producen fruto, sólo llevan fruto) . . . frutos para Su gloria.

". . . Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la Ley de Cristo."

Gálatas 6:2

Extracto de mi libro:
ENTENDIENDO LA VIDA BAJO LA GRACIA
Puedes comprarlo en AMAZON